El pasado lunes 2 de diciembre, los estudiantes de Sextos Básicos de nuestro colegio vivieron un momento especial junto a sus familias y profesores. En una Eucaristía de envío, celebrada por el padre Gustavo Verdugo Lazo, cmf., representante legal de nuestro colegio, se despidieron de la sede Centro, donde crecieron, aprendieron y compartieron grandes momentos.

Durante la ceremonia, se destacó el crecimiento de los estudiantes no solo en lo académico, sino también en “conocer, amar, servir y alabar al Dios Creador en la creación” como Padre Claret lo indicó en la oración apostólica. El padre Gustavo invitó a los estudiantes a llevar consigo los lazos de amistad y las experiencias vividas, mientras que a los apoderados les recordó la importancia de fomentar la responsabilidad y autonomía en sus hijos, dejando que enfrenten los desafíos propios de sus edades que ayudan en su crecimiento.

De la misma manera, les aseguró que como institución hemos entregado a los niños y niñas suficientes herramientas para afrontar los desafíos que se vienen para el próximo año.

Como símbolo de despedida, se entregó un cirio encendido a cada curso, representando a Jesús como la luz que guiará su camino. El mensaje final fue claro: donde vayan, deben ser buenos compañeros, solidarios y ejemplos de esperanza que una luz que brilla.