
Durante la semana del 6 al 12 de abril, la comunidad del Instituto Claret fue compartiendo la oración diaria desde casa, así funcionarios, estudiantes, padres y apoderados pudieron vivir a través de diferentes signos esta Semana Santa, la más importante para el mundo cristiano, destacando el día martes, dedicado al amor fraterno, donde nos dimos la posibilidad de compartir con otros un gesto de cariño y gratitud, aquellos trabajadores que trabajan como recolectores de basura, así en algunos barrios
se prepararon paquetes de alimentos no perecibles y dulces para ellos.
El miércoles y jueves las familias se reunieron entorno a la mesa conmemorando el lavado de pies y la última cena, hechos con los que conmemoramos a todos los sacerdotes y la institución de la Eucaristía a manos del propio Jesús, así recordamos ese día especialmente a los misioneros Claretianos repartidos por el mundo y pudimos valorar el reunirnos en torno a la mesa como un hecho de vida eclesial en nuestras pequeñas comunidades que son nuestras familias.
Viernes Santo y el signo de la Cruz le dieron un sentido profundo y reflexivo al encuentro en casa, Jesús nos muestra que no hay amor más grande que dar la vida por los amigos, un amor que redime al mundo, lo que nos llevó a un sábado de tranquilidad y espera para el signo de la luz que antecedió a la fiesta de la Resurrección que fue el culmen de una Semana Santa diferente, pero no menos significativa, pues estuvo cargada de contemplación, emoción y vida en familia.
Feliz pascua de resurrección les deseamos a todas y todos ustedes, porque Cristo vive y nos quiere viviendo plenos en su amor.