Temuco, 31 de marzo de 2021

Querida comunidad educativa del Instituto Claret:

Lleguen a ustedes junto a estas líneas la paz, la alegría y gozo de sabernos comunidad educativa en misión al servicio de la vida.

Hemos recorrido juntos el camino cuaresmal, y en estos días hemos iniciado juntos también la Semana Santa, tiempo durante el cual acompañamos a Jesús en el camino a su pasión, muerte y resurrección, misterio central de nuestra fe. Acompañamos a Jesús a la vez que nos dejamos acompañar por Él, por sus palabras, sus ejemplos, sus gestos, su transparencia y su verdad. Y todo eso es probable que nos interpele, y nos invite a mirarnos en Él, como en un espejo, para descubrir cuánto nos ama el buen Dios, aquel a quien Jesús trataba con una familiaridad indecible para su época, llamándolo “Abbá” (es decir, papá o papito, así como suelen referirse los niños pequeños a su padre).

Con Jesús, recorramos el camino del servicio, que este Jueves Santo nos propone asumir con simplicidad y generosidad aquello que en nuestra vida no siempre es fácil hacer. Nos dice: “¿Comprenden lo que acabo de hacer?... Les he dado el ejemplo para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes (lavarles los pies)”. Humildad y servicio, coherencia, gozo y amor. Tantas hermanas y hermanos nuestros en este difícil contexto que nos toca vivir sirven y arriesgan su vida día a día para cuidar la vida y la salud de muchas personas. Recemos por y con ellos, ya que comprendieron que nadie se salva solo.

Con Jesús, recorramos también el camino de la contradicción, que este Viernes Santo se nos propondrá para contemplar en el relato de la Pasión: engaño, mentira, traición, negación, enjuiciamiento, golpes, dolor, muerte. El maestro que pocos días antes fuera recibido con cantos y aclamaciones, experimenta ahora el fracaso. Tantas y tantos hermanos nuestros en este momento del mundo y de la historia actualizan en su vida de todos los días la experiencia del hambre, el desempleo, el descrédito, el rechazo, la persecución y hasta la muerte, por decir la verdad. Recemos por y con ellos, ya que experimentaron el abandono del mundo y hasta la desesperante idea de un dios que parece estar ausente y ajeno a su dolor.

Con Jesús, recorramos con alegría el camino de la transformación, que en este Sábado Santo y en el Domingo de Resurrección se nos regala con alegría poder contemplar la inaudita novedad que trae consigo la Pascua: el paso de la muerte a la vida nueva. Tantas hermanas y hermanos nuestros apuestan cada día por renovar su fe en la humanidad, mirar su verdad, vivir en la verdad -por difícil que ésta sea o parezca- y desde su profunda vocación de servicio, acogen el don de Dios, y trabajan cada día con renovado esfuerzo y esperanza para que lo novedoso, lo aparentemente imposible pueda tener lugar y concreción, creyendo y confiando en que lo más humano de lo humano es una apuesta posible, real, superadora, renovadora del mundo y de la vida. Recemos por y con ellos, porque como los primeros discípulos, comprendieron y creyeron que la vida nueva está aquí y ahora, en medio nuestro y esa alegre Buena Noticia es anunciada a todos los que quieren oírla y compartirla.

Damos gracias por la vida renovada de nuestra comunidad educativa claretiana al inicio de este nuevo año escolar 2021. Pidamos al Señor por nosotros, nuestras familias y amigos, para que a lo largo de los cincuenta días de la Pascua y todos los días del año nos animemos a encontrar los signos de la vida resucitada de Jesús en medio nuestro, en nuestros aprendizajes, en lo que compartimos a diario, en nuestros encuentros virtuales, en nuestra labor cotidiana.

¡Les deseo unas muy Felices Pascuas de Resurrección! ¡Que el buen Dios los bendiga!

Reciban mi abrazo y saludos cordiales, y junto a ellos, el saludo y el abrazo de los integrantes del Consejo de Gestión de nuestra institución.

Carlos Soria, cmf

Representante Legal

Instituto Claret