Material Receso Pedagógico Educación Parvularia
El siguiente material tiene como objetivo general crear instancias de reflexión personal y fortalecimiento socio-emocional para las familias. A continuación encontrarán las actividades sugeridas, destinadas a todos los estudiantes de Educación Parvularia, para la semana del 27 al 31 de julio.
Actividad de reflexión familiar
IDEAS IMPORTANTES
La pandemia ha traído distintos obstáculos, enfrentándonos a una realidad para la que nadie estaba preparado. En su rol de cuidador/a se ha enfrentado también a los desafíos de la crianza, de continuar proveyendo al hogar e intentar llevar esto de la mejor manera posible, sin embargo, la educación emocional ha sido escasa, haciéndosenos difícil elaborar de forma adecuada nuestras emociones. A raíz de esto, algunos hemos desarrollado un funcionamiento en el cual no atendemos lo que nos pasa, envolviéndonos en un ciclo de cumplimiento de tareas y deberes en el que, incluso dejamos poco espacio para actividades que disfrutamos y esto puede incrementar nuestra irritabilidad.
Está comprobado que la forma en la cual funcionamos los adultos, es imitada por los niños, más aún en este contexto donde no se desarrollan otras instancias de aprendizaje directo, como ir al colegio, compartir con otros familiares, vecinos y amigos; de modo que es muy importante que podamos comenzar a desarrollar la autocompasión, lo que nos invitará a ser cariñosos con nosotros mismos, conectar con nuestras emociones, aceptarlas y canalizarlas, así como disminuir nuestros niveles de autoexigencia y, por supuesto, desarrollar relaciones de convivencia basadas en el respeto, la empatía y el amor.
¿QUÉ APRENDEREMOS?
Aprenderemos a aplicar algunas acciones orientadas a la autocompasión y compasión con los demás mediante un juego y la forma de relacionarnos.
¿CÓMO LO HACEMOS?
- Previo a la actividad, deberán pensar en algún error que hayan cometido, puede ser algo simple como haber roto algo o haber reaccionado mal, cualquier cosa que ustedes sientan que haya sido un error.
- En el caso de los niños, es más fácil para ellos identificar los errores a través de la “externalización” es decir, contarlo como si alguien más lo hubiese hecho, para esto, podrán usar su juguete favorito y hablar desde él, por ejemplo:“Mi muñeca el otro día le gritó a su papá y dio un portazo, estaba muy enojada y no supo que más hacer”. Es importante que el niño escoja el error y que el juguete esté presente cuando realicen el juego.
- Buscarán un momento del día en el que todos tengan tiempo para reunirse y realizar el juego “¡Vivan los errores!”. Éste comienza con cada uno contando su error, ante lo que cualquier otro integrante de la familia deberá expresar cómo puede haberse sentido esta persona, la razón por la cual cree que lo hizo y el aprendizaje que pudo sacar de esta situación.
- Por ejemplo, el niño cuenta su error: “el otro día mi autito hizo mucho ruido mientras mi mamá estaba en reunión, ella se enojó, yo sólo quería jugar”. El adulto podrá decir: “Te entiendo, tú tenías muchas ganas de jugar, tienes que haberte sentido mal cuando te reté, quizá querías jugar conmigo, sin embargo, ahora sabes que cuando la mamá está frente al computador, no puede jugar, pero hará todo lo posible por jugar contigo en otro momento”.
- Cuando cada uno haya contado su error y haya recibido una respuesta compasiva del otro, podrán pasar a las preguntas de reflexión. No se preocupen si esto no les sale de inmediato, la compasión se practica, lo importante es comenzar a intentarlo.
MATERIALES
1 juguete del niño o niña
DURACIÓN
30 minutos a 1 hora
REFLEXIONES
- ¿Cómo te gustaría que te trataran cuando cometes un error?
- ¿Crees que los errores nos permiten aprender? ¿Serán necesarios?
- ¿Qué le dirías a tu familia cuando alguien se equivoca?
- Realiza un dibujo sobre cómo sería tu familia o el mundo si los errores fueran algo positivo/bueno